En primer lugar, es importante definir que es el saque en el voleibol. Según la FIVB, estas son algunas de las consideraciones generales en el reglamento.
Redacción de textos y contenidos de Alba T.
Jugadora federada de Voley Playa
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- El saque es el golpe que comienza cada jugada. Siempre detrás de la línea de fondo del campo propio y sin pisar la misma, un jugador debe enviar la pelota (desde un servicio alto o bajo) por encima de la red que divide la cancha, hacia el campo contrario.
- Con excepción del primero del partido, que es determinado por un sorteo, el derecho al saque se obtiene siempre que un equipo gana un punto (o que el rival lo pierde por cometer un error o una falta). Cabe aclarar que cada jugador tiene una sola chance de servicio.
- El saque siempre tiene que ser autorizado por el primer referee y tiene hasta 8 segundos para realizarlo después del pitido del árbitro.
- Está permitido que los tres jugadores en la zona de ataque propia realicen una cortina al momento del saque, moviendo los brazos hacia arriba, con el objetivo de obstaculizar la visión del equipo rival.
- Al sacar, el balón puede tocar la red y continuar hacia la cancha del oponente. Antes de que se introdujera esta regla, un toque de red en el servicio finalizada la jugada y el punto se otorgaba al equipo receptor.
Tipos de saque: servicio bajo y alto
Existen dos tipos de saque en el voleibol, el bajo y el alto. Siempre considerando que los saques deben ser desde detrás de la línea de fondo y sin pisar esta banda, porque se considerará una falta.
Saque bajo: para recreación
En primer lugar, el servicio o saque bajo, que es más usual para jugadores menos experimentados. Para realizar un estilo por bajo correcto, es importante la posición del cuerpo. Es recomendable orientar los hombros en paralelo a la red, flexionar levemente las rodillas y posicionar el pie débil por delante del que se fuerte. Es decir, si el jugador es derecho, colocar por delante el pie izquierdo. Esto irá en línea con las manos. Se deberá sostener el balón con la mano débil, para golpearla con la fuerte. El brazo que sostiene la pelota debe estar ligeramente inclinado.
Asimismo, es importante considerar que un buen saque bajo no se logra con la fuerza, sino con el impulso que se le de al cuerpo que debe ser de atrás hacia adelante al momento de golpear la pelota. Asimismo, se puede calibrar el saque con más fuerza, con el puño cerrado, o con más dirección, golpeando con la palma de la mano abierta.
Saque alto: para competición
Este tipo de saque es para jugadores más experimentados, ya que requiere mayor coordinación. Asimismo, la diferencia con el saque bajo en cuanto a su resultado es que es más difícil de recepcionar para el rival, ya que conlleva mayor potencia.
Para el saque alto, se considerará la misma postura de los pies y los hombros que el saque bajo. También deberá ser la misma lógica en cuanto a pies y manos débiles y fuertes. El balón deberá ser lanzado hacia arriba y dejar el brazo débil apenas por encima de la cabeza. Con el brazo fuerte se deberá golpear el balón justo en el centro y con la mano plana. Siempre es recomendable impulsar el peso del cuerpo desde el pie de atrás hacia el de adelante.
En el voleibol de élite, el saque por excelencia es por alto y en salto, es decir, el jugador brinca al momento del servicio, utilizando el impulso del cuerpo y la altura lograda para una mayor potencia y eficacia en el tiro.
Ventajas del saque alto
El saque alto es mejor que el bajo porque es más eficaz. Por eso se utiliza en el voleibol de élite. Esta cuestión radica en una cuestión particular que es la posición del balón al momento de impactar.
El saque bajo se dispara desde un metro de altura, aproximadamente. Es la altura que tiene la mano que sostiene el balón al momento del saque. Si consideramos que la red tiene 2,43 metros de altura, es mucho el recorrido que el balón debe hacer en vertical con el saque bajo. Termina siendo un golpe más flotante y fácil de recepcionar.
En cambio, con un saque alto, el punto de partida del balón es mucho más alto, cercano a la medida de la red. En un saque alto y efectuando un salto, esta cuestión se acentúa aún más, promediando alturas de 2 metros desde el servicio. Esto genera un saque más recto y fuerte, ya que el balón no requiere tomar tanta altura para superar la red. Para deportistas olímpicos, este saque es prácticamente obligatorio para superar a un rival y es casi lo mismo que un remate desde la zona de ataque.
Saque de potencia y saque flotante
Dentro del saque alto, existen dos variantes muy diferentes de servicio, para distintas finalidades y estilo de juego.
Una de ellas es el saque de potencia y como su nombre lo indica, se dirige con más fuerza de lo usual. Para lograr efectuar este saque, es recomendable ubicarse a unos 4 metros de la línea de fondo, ya que se tiene que hacer tras un salto. A la carrera, se debe lanzar el balón hacia arriba, mantener en alto el brazo libre para lograr equilibrio, y tras uno o dos pasos hacia adelante efectuar un salto para golpear la pelota. Es importante en este golpe arquear la espalda y llevar el brazo para efectuar el disparo lo más atrás posible. La mano debe estar plana y la muñeca relajada para aumentar la rotación y la velocidad del balón.
En tanto, para el saque flotante, el salto se efectúa de la misma manera al de potencia, tomando una distancia similar en relación a la línea de fondo. Se debe golpear el balón levemente, con la mano plana. El brazo de golpeo debe estar lo más estirado posible y se recomienda mantener la muñeca rígida. Además, es bueno detener el brazo al momento de golpear el balón. Hay que mantener el salto y no seguir la pelota hacia adelante.
Lo positivo del efecto flotante es que resulta impredecible para el rival, por tomar movimientos erráticos. Si bien el saque de potencia es el más utilizado por los jugadores de voleibol olímpicos o de élite, el saque flotante es un recurso muy interesante y efectivo, aunque suele ser más difícil de lograr dicho efecto.